Bisexualidad en el estilo de vida swinger

Con honestidad, todos somos un poco gays.

Por ejemplo, a muchos hombres les gusta ver porno de un actor bien dotado con una mujer sexy, o se excitan viendo una película porno lésbica. Lo mismo ocurre con muchas mujeres, se excitan mucho con este tipo de porno. Si consideramos que están viendo a dos lesbianas tener sexo, ¿el gusto que da eso no suena un poco gay?

Por más tontos que parezcan estos ejemplos, son ciertos. El ser humano está inclinado hacia la bisexualidad y experimentará con esta en distintos grados a través de su vida. Hay investigaciones reales sobre sexo realizadas por expertos durante más de 50 años, y han descubierto que la mayoría de las personas (tanto hombres como mujeres) tienen al menos una pequeña zona gris en su sexualidad. ¡Existen cientos de escalas diferentes para medir los distintos grados de sexualidad!

Entonces, ¿cómo encaja la bisexualidad en el estilo de vida swinger? Es diferente para hombres y mujeres. Y necesitamos explorar ambos lados para que puedas entender nuestro punto.

Cómo es ser un hombre bisexual en el swinging

Hay algunos grupos de swing dedicados a hombres bisexuales exclusivamente. Por lo que si te interesa experimentar o ya sabes lo que quieres puedes encontrar muchos compañeros de juego. Pero encontrarlos no será tan fácil como decir que eres heterosexual, y participar en esta clase de grupos.

Si eres un hombre bisexual, no te preocupes demasiado. Aunque puede que encuentres algunos puntos de vista injustos y anticuados por parte de algunos swingers. Si eres abierto sobre tu bisexualidad, es más probable que te contacten parejas con hombres «heterosexuales» que realmente disfrutan de una orgía bisexual en toda regla.

Para los hombres heterosexuales que están leyendo esta sección, tomen una cerveza y relájense. Muchos hombres heterosexuales están ansiosos por demostrar su heterosexualidad y se pierden mucha diversión. Ni siquiera estamos hablando de ser bisexual. Solo estamos hablando de experimentar en esa próstata tuya nerviosa.

Tampoco te asustes si una dama quiere masajearte la próstata mientras te hace una mamada. Eso no te hace gay o bisexual. Simplemente hace que te corras muy fuerte por el orgasmo súper intenso que tendrás. Ese es básicamente el punto G de los hombres. Hay algunas mujeres realmente experimentadas en este estilo de vida que pueden hacer que te corras más fuerte que nunca. Claro, si no quieres experimentar con esto, debes decírselo a tu compañera de juego y esperar que respete tu decisión.

fiesta de noche
brindis entre amigos
charla entre amigos

¿Hay homofobia entre los swingers?

Si tienes suerte, te encontrarás con muchos momentos sexys siendo bisexual. Tendrás mucho de dónde escoger.

Pero lo cierto es que también podrías encontrarte con situaciones incómodas por parte de algunos hombres homofóbicos. Algunas veces estos interpretan que ver a dos hombres jugando entre sí, y que luego estos jueguen con otras mujeres y lo inviten, es una trampa para unirlo a la fuerza a un encuentro gay. No suele ser una trampa o un engaño. El consentimiento es primordial entre los swingers.

También los hombres que rehuyan de cualquier parte de la anatomía masculina de otros hombres deben entender que las salas de juegos pueden ser espacios reducidos. Cuando estás pasando un momento sexy con otras personas, puede que te toquen con un pie o con un pene sin quererlo. Serán accidentes. No propuestas. Igual te podría pasar al contrario.

A menos que prefieras tener relaciones sexuales completamente vestido, o aislado en un rincón, tendrás que aprender a lidiar con ello. Entre swingers siempre será agradable actuar con madurez. El estilo de vida se trata de diversión consensuada entre adultos. Cuanto más puedas relajarte y manejar las cosas que simplemente surgen, más situaciones sexys disfrutarás.

Cómo es ser una mujer bisexual en el swinging

Las mujeres bisexuales no tienen tantos problemas como los hombres. Muchas mujeres heterosexuales están dispuestas a estar con otras mujeres sin preocuparse de las etiquetas.

Por lo que si eres mujer, sin importar tu orientación, puedes jugar lo que quieras. Siempre y cuando haya consentimiento, por supuesto. Si otra mujer te invita a jugar y tú no estás interesada, puede dar un «no, gracias» y será todo lo necesitarás. Si prefieres no experimentar con otras mujeres, esto es completamente aceptable.

Es posible que con el tiempo sientas más curiosidad a medida que profundizas en el estilo de vida y te abres más a tu propia sexualidad. Algunas mujeres son sencillamente heterosexuales y nunca querrán relacionarse con otra mujer. Otras deciden que quieren experimentar por un tiempo y luego eligen si es para ellas.

En cambio, si tienes curiosidad sobre cómo sería besar a otra mujer, adelante, pruébalo. Si te sientes el deseo de explorar los senos de otra chica, adelante, bésalos y acariciarlos. Muchas mujeres en este estilo de vida son bisexuales o bicuriosas y estarán abiertas a la atención de otras mujeres. Lo único que debes mantener presente es que no asumas nada sobre otra mujer y siempre pregunta respetuosamente antes de tocar.

Si dos mujeres están jugando entre sí, muchos hombres no podrán evitar preguntar si pueden unirse a jugar. No tengas miedo de decirles que todavía no quieren jugar con ellos. Qué esperen o que simplemente, no te interesan por el momento. El swing es una actividad de equipo, pero las mujeres tienden a actuar como entrenadoras, dirigiendo lo que sucede o no. Expresa cuán cómoda o no estás, y no te sientas obligada a dejar que otros te presionen.

¡Solo haz lo que te haga sentir bien! 🙂