Poliamor y swinging son conceptos muy diferentes, aunque puedan parecer similares. Sí, tanto los swingers como las personas poli pueden tener múltiples parejas sexuales, pero la diferencia está en que los swingers tienden a jugar con muchas parejas sin comprometerse a tener una relación a largo plazo con estas. Se pueden formar amistades fuertes entre compañeros de juego, lo cual es diferente a formar un vínculo intenso, emocional y amoroso.
Los swinger están en esto para centrarse en el placer físico y la diversión sensual que es el intercambio de parejas, no en el amor. Y esa es la diferencia principal con el poliamor, ya que las personas poli aman a todos en su grupo. Para ellas el amor es el centro de las relaciones, y por ello forman grupos con un vinculo especial y que no temen demostrar su afecto.
Sabiendo esto, ¿hay algún conflicto entre el poliamor y el swinging? Te sorprenderás de los problemas que pueden traer la falta de comunicación.
¿El poliamor y el swinging pueden coexitir?
Para las personas poliamorosas, la conexión emocional triunfa sobre la conexión física. Pueden estar en poligrupos cerrados, en grupos abiertos o su propia variación. Mientras que los swingers se guían más por el deseo sexual. Hasta aquí las definiciones están claras, pero la verdad es que las líneas se desdibujan mucho más si consideramos que las personas poli también pueden ser swingers, y los swingers pueden encontrar amigos que evolucionen hacia una situación poli.
En realidad, no es raro que los swingers se vuelvan poliamorosos mientras exploran ese estilo de vida. Por ejemplo, es posible que conozcas a una gran pareja swinger con la que realmente hagas clic. Disfrutas de su compañía y ciertamente disfrutas jugando con ellos. Quieres jugar sin condones, para aumentar el placer para todos. En este escenario, pueden optar por iniciar una relación de estilo poliamoroso en la que se comprometen mutuamente a no jugar con nadie más.
¿Por qué un swinger consideraría al poliamor como un enemigo?
Los swingers sabemos lo molestas que son las etiquetas y preocuparse por ellas, pero es cierto que algunos rechazan los acercamientos poliamorosos con firmeza. La razón principal es que sí aceptas estar en una relación poliamorosa puede que tengas que sacrificar la oportunidad de tener muchos compañeros nuevos de juego, ya que tendrías que comprometerte con una relación poliamorosa.
Sin embargo, para otros más abiertos a los lazos emocionales, abrirse a relaciones poli también podría traer algunas ventajas. Por ejemplo, no perderías tiempo buscando nuevos compañeros de juego con constancia, o no tendrías que preguntarte si tu noche en el club de swingers será un éxito o un fracaso total. Incluso se puede planificar un horario en el club que funcione para todos los miembros del grupo poliamoroso. Así como, podrás disfrutar de los frutos del compromiso emocional que conlleva una relación poliamorosa.
En resumen, los swingers y las personas poliamorosas se disfrutan y respetan mutuamente, sin importar que nuestros objetivos específicos son ligeramente diferentes. Está bien que los swingers disfruten del sexo casual, y está bien que las parejas poliamorosas se centren en las emociones.
Tampoco está mal que nos mezclemos entre nosotros siempre y cuando sea lo que se quiere. Todos somos parte de este estilo de vida que respeta a los demás y nos da la libertad de disfrutar como queramos. Definitivamente no hay enemigos por ninguna parte entre nosotros.