En caso de que no estés familiarizado con el concepto de cornudo, aquí tienes una explicación muy simplificada… un cornudo disfruta al saber que su esposa «juega» sin él.
Hay muchas permutaciones y estilos diferentes a la hora de poner los cuernos. A algunos cornudos les gusta pasar vergüenza y a otros les desagrada mucho. Los hay que gustan de sentirse en una «competición de esperma» con otros hombres. Algunos cornudos quieren mirar y otros no.
Hay muchas formas de explorar el aspecto de los cuernos.
Cuernos, cornudos y dinámicas de poder
Desde mi experiencia personal, el swinging no está tan centrado en juegos de poder como el BDSM. De hecho, en todas las fiestas de swingers a las que he asistido, rara vez he visto actividades de sumisión o dominación. Nuestro objetivo principal es la participación activa y la diversión compartida. Ahora, no niego que algunos swingers puedan tener interés en prácticas BDSM, pero esto no es la norma.
Podrías pensar, erróneamente, que los cuernos son una práctica común en el mundo swinger. Sin embargo, te puedo asegurar que ese no es el caso. En nuestra comunidad, lo principal es el consenso y la comunicación abierta entre las parejas, por lo que la infidelidad no tiene cabida en este espacio.
Si alguna vez acontece que un miembro de la pareja participa en un encuentro sin comunicarlo a su «media piña», la situación termina volviéndose incómoda para todos. En mi experiencia, cuando una de las partes no está satisfecha, la diversión se evapora rápidamente.
Para terminar
En conclusión, déjame decirte que el swinging es una práctica liberadora y emocionante, siempre y cuando se base en el respeto y el consentimiento mutuo. No te preocupes por las definiciones y disfruta de la amplia gama de experiencias que este estilo de vida puede ofrecerte.