Nunca podremos saber qué pequeñas cosas presionan nuestros puntos sensibles hasta experimentarlas en persona. Tal vez ver sonreír a tu esposa a su teléfono cuando se envía mensajes de texto con el toro o cuando este le rodea la cintura con su brazo en un gesto cariñoso. No es sexo, pero estas situaciones provocan en ti sentimientos negativos. Por eso es aconsejable que antes de comprometerte a probar el hotwifing, ambos estén seguros de que la confianza, la madurez y la comunicación son sólidas.
Es natural sentir celos. Especialmente en lo que respecta a nuestras parejas principales. En algunos casos, esto puede incluso aumentar el atractivo de compartirla. Sin embargo, los celos se convierten en un problema grave cuando no se abordan y pueden poner en peligro tu relación.
Compartir tus sentimientos
Lo más probable es que te des cuenta de que quizás hayas exagerado algo en tu cabeza y, después de reflexionar sobre ello, no estés realmente celoso ni temeroso de la situación que te molestó.
Por otro lado, si es el tipo de celos que causa resentimiento, amargura o ansiedad, entonces es hora de dar un paso atrás y abordarlo con tu esposa. Incluso si pueden sentirse incómodos, deben hablar de ello entre vosotros. Comparte con tu pareja por qué te sientes así y explícale cómo te está afectando. Es posible que tu pareja no tenga idea de que esto te molesta en absoluto, por lo que asegúrate de hablar por ti y por tus sentimientos.
Del mismo modo, si eres una hotwife y ves signos de celos en tu pareja, pregúntale de manera comprensiva y anímalo a ser abierto sobre dónde radica el problema. Ten en cuenta cómo se sienten y asegúrales que siguen siendo tu prioridad. No olvides nunca involucrar a tu pareja y reforzar su relación amorosa en privado.
Reconocer cuál es el verdadero peligro
Algunas veces, la hotwife no es quien está actuando activamente para provocarte celos, sino que es el otro hombre. Con ello presente, cuando detectes que las acciones que te hacen sentir mal provienen de él, es una buena idea hablar de ello en privado para poder comunicarte libremente con este.
Si no puedes superar lo que ocurrió, ni arreglar las cosas con el toro porque no cede ante tu petición, entonces, lamentablemente, tendrás que dejarlo ir. Como hotwife en esta situación, incluso si disfrutas del toro, debes recordar que la relación con tu marido siempre debe ser la prioridad. Tendrás que aceptar la decisión de tu esposo. Ambas partes de la pareja deben tener voz y voto sobre con quién interactúa sexualmente la hotwife.
Proteger la comunicación abierta y honesta
Mentir puede plantar una semilla de duda en la cabeza de tu pareja, aunque la mentira fuese dicha una sola vez. Podría hasta cuestionar todo lo que has hecho en el pasado y lo que podrías hacer en el futuro.
Si eres una hotwife muy cansada después del juego, con la tentación de dormir un rato en la habitación de hotel, después de una cita en solitario, piénsalo dos veces. Recuerda que tu esposo ha estado despierto esperándote y anticipando tu regreso a casa. Intenta hacer el esfuerzo de al menos compartir algunos detalles con él por una llamada rápida o correrás el riesgo de que se sienta excluido.
También podría suceder que tu hotwife desarrolle sentimientos más profundos hacia un toro y su relación se vuelva demasiado familiar. No te castigues demasiado si esto sucede. Es predecible desarrollar sentimientos por alguien con quien tienes relaciones sexuales regularmente, en especial si alguno de los dos no tiene cuidado con los límites.
Lo más importante aquí es cómo afrontarás la situación. Reconoce y sé honesto contigo mismo acerca de cómo te sientes. Si sientes que este acuerdo va en la dirección equivocada ¡protege tu relación cortando los lazos con ese toro!
Priorizar tu propia relación
En una relación hotwife el placer del hombre importa tanto como el de la mujer. Sin importar que ambos tengan distintas formas de placer en este tipo de relación. Por lo que una hotwife debe plantearse si enviarse mensajes con su toro en presencia de su esposo es sexy para él o le provocará celos.
Algunos hombres pueden encontrar esta comunicación excitante, pero si es constante, es peligroso seguir con ello. Si ves que tu hotwife no se da cuenta de tus sentimientos negativos, habla con ella con honestidad. Ambos deben comprometerse en los cambios necesarios para no dañar su relación.
Si has hecho todo lo posible para abordar el problema y los celos siguen siendo un factor que te preocupa, entonces puede ser el momento de reconsiderar si el hotwifing es para ti. No continúes participando en algo que pueda poner en riesgo tu relación. Puede que haya otro tipo de juego que funcione mejor. Por ejemplo, podría ser útil tener un acuerdo abierto en el que ambos puedan tener relaciones sexuales fuera de su relación.
Tal vez en el futuro, cuando reconstruyan la confianza o se profundice a través de más tiempo juntos, puedan darle otra oportunidad al estilo de vida hotwifing.