¿Cómo consigo que mi marido haga swing?

Eres una esposa encantada con todos los beneficios que el estilo de vida swinger ofrece a sus parejas, quieres experimentar y sabes que a los dos les gustará cuando lo hagan. Pero un problema, tu esposo se muestra un poco reacio a comenzar con el juego. No hay mucho que puedas hacer al instante si recibes una negativa por parte de tu pareja, empujar más allá podría poner a tu marido a la defensiva y dañar tu relación.

Pero hay algunas maneras de intentar que se interese en la idea tanto como tú lo estás. Así que, pruébalas antes de descartar el swing. Solo recuerda, no se trata de engañar a tu pareja porque eso rara vez tendrá un final feliz para ti. Para tener las mejores probabilidades de hacer realidad tu fantasía swinger sin dañar tu matrimonio, siempre deberás ser honesta y empática con él. ¡Prueba con estas recomendaciones!

Inicia la conversación gradualmente

“Hola cariño, ¿cómo estuvo el trabajo? ¿Te gustaría un trío?“. Probablemente esa no sea la mejor manera de iniciar esta conversación con tu marido. Quieres ir con cuidado para saber cuál es su reacción y adaptarte a ella. En especial, si no han tocado esta clase de temas antes. Pueden hablar de temas como el intercambio de parejas en general, y después ahondar en vosotros.

Sin embargo, si hay cierta renuencia a abordar el tema, intenta volver a plantearlo más tarde. No es el momento.

Anímalo a empezar poco a poco

Una opción para conocer más del mundo swinger, es buscar eventos locales que sean discretos para conocer o saludar a otros swingers y que no impliquen desnudez o sexo en esta etapa.

Asistir a uno de estos eventos le dará a tu esposo la oportunidad de conocer swingers en un entorno menos intimidante. Y es posible que se sienta más cómodo considerando la idea después de ver que los swingers son simplemente personas normales.

reunion de jovenes
dos hombres y una mujer

Presta atención a su nivel de comodidad

Haz preguntas amables y deja que tu esposo controle cuándo y dónde se llevan a cabo estas conversaciones. No querrás que tu marido se sienta presionado o obligado a hacer nada. Cada hombre es diferente, puede que haya estado pensando en esto durante algún tiempo y también le interesa pero no te ha comentado. O puede que esté oyendo hablar del swing por primera vez.

Si no quiere hablar de ello, pregúntale si podría avisarte cuando se sienta listo para abordar el tema. Él siempre deberá estar cómodo teniendo esta conversación.

Explica por qué estás interesada en hacer swing

Quizás tu esposo se sienta herido cuando menciones por primera vez la idea del swing. Coméntale por qué estás interesada en ese estilo de vida y asegúrale que no es porque estás aburrida de él o porque quieras poner fin a tu matrimonio.

Explícale que te sientes segura en tu relación, que sabes que nunca lo dejarías y que disfrutarías de una diversión sin ataduras. Básicamente, vende la idea de que él también disfrutará de la diversión sin ataduras.

Úsalo como ejemplo

Si sabes que tu esposo ha tenido fantasías con otras personas, intenta mencionar esto, si es algo que le interesa o si se sentiría cómodo intentándolo en la vida real. Si no estás segura, puedes preguntarle si hay algún aspecto del swing que le guste, tal vez mirarte con otra mujer o besar a alguien del mismo sexo.

No abordes la discusión como si estuvieras tratando de «engañarlo» para que esté de acuerdo con el swing. Solo quieres que él esté dispuesto a explorar. Nunca se sabe: el viaje hacia el swing puede ser tan divertido como el destino.

Trata de evitar persuadirlo

Se supone que el swing es una actividad para el placer de las dos personas en la relación. Convencer a la fuerza o con engaños nunca estará bien. En cambio, resalta los aspectos positivos del swing. Con honestidad, sin mentiras de por medio.

Quizás sientas que animaría el sexo para ambos. Tal vez sepas cuánto le encanta a tu marido el sexo oral, pero a ti no te gusta mucho. O tal vez él quería intentar el sexo anal y tú siempre has trazado la línea allí. Mostrar estos aspectos positivos o ayudarlo a descubrir sus ventajas por sí solo, en lugar de suplicarle, lo animará a probar algo nuevo, ya que no se sentirá presionado. Es su decisión.

Edúcalo sobre el swing

Encuentra algunos artículos, entrevistas o documentales interesantes que creas que explican por qué estás interesada en el swing y envíaselos a tu marido. Esta es una buena manera de permitirle absorber la nueva información a su propio ritmo sin sentir que tiene que darte una respuesta de inmediato. Algunas personas necesitan más tiempo que otras para digerir nuevas ideas u opciones, y el silencio de tu esposo no es necesariamente una mala señal.

Incluso puedes descubrir que algunos artículos explicarán tus sentimientos de mejor manera de lo que tú lo harás. También invítalo a que él busque por su propia cuenta sobre el tema. Esto lo ayudará a sentirse más cómodo.

Tranquilízalo

Tranquiliza a tu esposo y pregúntale sobre sus dudas o temores. Recuerda que el hecho de que el swing pueda satisfacer algunas de tus necesidades sexuales no significa que las necesidades emocionales se solucionarán por sí solas.

El swing es solo una ventaja para aquellas relaciones que están bien de por sí. ¡Siempre recuérdale a tu esposo lo fantástica que crees que es tu relación y cuánto la valoras!