Por más buenas experiencias que puedas tener en el swinging, es inevitable considerar que las malas experiencias también son una posibilidad. En el estilo de vida swinger conocerás a muchas personas abiertas de mente y respetuosas con tus decisiones, pero también podrías encontrarte con swingers que realmente no conocen de ello. No solo es eso, sino que cada pareja es diferente, y lo que a una le gusta, a otra puede que no.
Falta de comunicación, problemas con el alcohol o hasta tus propias inseguridades, todas serán causantes de malas experiencias. Ya seas un swinger novato o uno con más experiencia, cualquiera puede superar un mal rato. Estas son algunas recomendaciones para superar las malas experiencias y continuar con la diversión.
Hacer las preguntas necesarias
Debes asegurarte de comprender completamente los detalles y las diferentes perspectivas involucradas en una mala experiencia. Hay muchas perspectivas de la realidad, por lo que si no eres capaz de entenderlo por tu propia cuenta, pregunta a tu propia pareja o a la otra para determinar qué fue lo que dañó la experiencia.
Recuerda, estamos tratando de resolver el problema, evitar el drama y manejar productivamente esta situación. Callarse y hacer como si nada hubiese pasado, no es la solución.
Prevenir y protegerte
Solo el tiempo es capaz de enseñarte lo que te gusta y no del estilo de vida swinger. Así que, no dudes en limitar aquellas situaciones o comportamientos que sabes no son de tu agrado. Evita someterte a experiencias que sabes no te gustarán por el placer de los demás. Porque aunque el placer de tu pareja sea importante, el tuyo debe ser igual de importante.
Lo mismo se aplica a las personas. Lo mejor es hacer una lista negra de aquellos swingers con los que no la hayas pasado bien, y no repetir con ellos.
Buscar ayuda profesional
Algunos problemas pueden ser demasiado complejos para que tú y tu pareja puedan resolverlos por su cuenta. Si necesitas ayuda, considera comunicarte con profesionales capacitados. El sexo y las relaciones no son fáciles de manejar, especialmente si te sorprende una experiencia que daña la confianza en tu pareja.
Sentimientos poderosos como los celos, son un veneno para las relaciones. Un terapeuta podrá ayudarte a aprender sobre ellos y cómo manejarlos. Ten cuidado con los profesionales a los que asistirás, algunos no tienen una mentalidad abierta y desaprueban este estilo de vida. Tendrás que inclinarte a aquellos que comprenden tu decisión.
Aceptar la responsabilidad
Para seguir adelante, la persona que provocó la mala experiencia debe asumir la responsabilidad de sus acciones. Muchas veces las malas experiencias no las causa al 100% una sola persona. Cada quien debe asumir la responsabilidad de sus errores.
Si alguien no puede admitir y aceptar la responsabilidad, hay pocas esperanzas de que no se repita este problema. Si un amigo swinger cometió un error, deberías considerar permitirle rectificar la situación. Si no lo solucionan, deberías entonces considerar eliminar a esa persona de tus planes futuros para protegerte.
Comprender que la recuperación no es lineal
La recuperación de una mala experiencia puede que no sea lineal. Imagina que tuviste esta mala experiencia hace medio año, tuviste una charla sincera con tu pareja, y continuaron con las citas con otros swingers. Pero la semana pasada pelearon por los mismos motivos que originaron la mala experiencia hace medio año.
No es extraño que sanar de las malas experiencias sea un proceso largo y complicado. Debes comprender esto y en lugar de frustrarte, fortalecer tu relación con tu pareja, para que así cuando los problemas los golpeen puedan manejar mejor sus sentimientos. Solo las parejas sólidas son capaces de vivir como swingers exitosos.