¡Lo hicimos! ¡Nuestro primer trío!

El primer trío nunca se olvida, y parece que esta es la historia de una de nuestras lectoras que sin esperarlo tuvo su primer trío. Una noche libre, una habitación con su esposo y amiga, fue todo lo que bastó para dar el paso. Esta es la anécdota que nos compartió Invierno-Verano y que podría inspirarte a ti mismo, a ser protagonista de tu propio trío.

Una broma inocente

Después de una semana ocupada con mi trabajo, invité a una de mis amigas a cenar un viernes por la noche. No tenía ganas de salir a jugar con mi esposo, ni él tampoco tenía ganas de ello. Terminamos cenando en la comodidad de nuestra casa solo los tres, y eventualmente vimos una película. No es que lo haya planeado, pero en la película hubo una escena bastante sexy entre dos mujeres.

Mi amiga no es swinger, pero sí es una persona muy abierta con su sexualidad, por lo no se incomodó o actuó raro con la escena. Lo que hizo que pudiésemos ver el resto de la película con facilidad y normalidad. Pensé que hasta allí había quedado ese hecho, hasta que ella misma al terminar comenzó a bromear sobre cómo yo sabía lo que veríamos en la película.

Un comentario llevó al otro, y discutimos con mi marido de lo sexy que fue verlo juntos. Los tres estuvimos en sintonía de inmediato y pasamos a nuestra habitación.

parejas jovenes

Solo un masajeador de espalda

En la habitación, estaba emocionada pero no sabía muy bien cómo comenzar con ella. Así que, le pregunté si alguna vez había probado el masajeador de espalda con varita mágica (que, por cierto, es increíble). Ella dijo que no, le dije que tenía uno y lo saque de donde lo tenía guardado. Las cosas simplemente empezaron a partir de ahí.

Encendí el masajeador y lo usé entre sus piernas, después toqué sus senos a través de su camisa. Ella se quitó los pantalones con rapidez y yo también. Nos estábamos besando, tocando por todas partes y usando el masajeador. Mi esposo estuvo un buen rato a la distancia observándonos y dándose placer a sí mismo.

Tuve que pedirle que se acercará a nosotras para divertirnos los tres juntos.

Límites

Finalmente al tenerlos a ambos en la cama, noté lo excitada que estaba por la experiencia. Moví las manos de mi esposo hacia los pechos de mi amiga para que la acariciará, y mientras tanto, mi amiga usó el masajeador para hacerme correr. A pesar de haberlo hecho quería mucho más de los dos.

Por lo que comencé a montar a mi esposo, y mi amiga me pidió permiso para sentarse en su cara. Ella y yo nos volvimos a besar apasionadamente hasta que mi pareja y yo terminamos casi al mismo tiempo. Mi esposo no llegó a penetrar a mi amiga, porque no estuve preparada para ello.

Me preocupaba despertarme al día siguiente y arrepentirme o que sería incómodo entre los tres, pero la mañana siguiente llegó y no fue así en absoluto. El sábado tuvimos un día muy ocupado con sus padres, y al llegar a casa tuvimos sexo increíble. ¡Me sentí genial y no puedo esperar para volver a invitar a mi amiga a otro viernes de películas!